martes, 22 de noviembre de 2011

EN LA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN

Amenece en la plaza de la revolución y los primeros ruidos comienzan a despertar a lxs indignadxs. Una mujer mayor se acerca y nos deja unos cartones de leche, un termo de café calentito y unas magdalenas, una mujer cuya pensión seguramente no alcance los 500€ pero que tiene la convicción de que la juventud necesita comer bien para cambiar el mundo.

En la plaza de la revolución mucha gente se acerca simplemente para charlar; unxs apoyan las propuestas, otrxs aportan nuevas ideas y otrxs nos muestran su oposición al movimiento; nadie levanta la voz, toda nuestra idea es hablar, hablar mucho y sobre todo hablar con todo el que esté dispuesto a escuchar, sea cual sea su punto de vista.

A la plaza de la revolución se acerca la policía para preguntar qué tal estamos, lxs barrenderxs nos comentan lo limpia que está la plaza y lxs comerciantes se preocupan por saber que cosas se "cuecen" en las asambleas.

En la plaza de la revolución se crea, se debate, se rie y se llora, hay tiempo para la reflexión colectiva e individual y para la evasión con lecturas y talleres; en la plaza de la revolución la gente se mira a la cara, se desarrollan relaciones horizontales donde por supuesto existen sexos, edades, clases sociales o ideologías pero donde éstas categorías se convierten en los puntos sobre los que construir nuestra unión.


Estos días hemos conseguido que se plante una semilla que ahora debe comenzar a romper con fuerza; unos nos encargaremos de regarla y otros de proporcionarle sol y calor para que algún día, esa pequeña semilla sea tan fuerte como un roble...Tal vez esta indignación pueda ser capaz de levantar bosques por todo el mundo, bosques que den un poco de oxígeno a esta sociedad que nos asfixia con un humo tan denso, que hasta hace unos días hacía que fuésemos incapaces de vernos.
¡GRACIAS A TODXS POR ESTOS DÍAS LLENOS DE ESPERANZA Y FUTURO!

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